En los últimos días he ponderado sobre la baja autoestima como una de las manifestaciones más significativas de nuestro problema de alcoholismo. Esta característica que aumenta y magnifica los ataques depresivos, de frustración, de ira, de resentimiento feroz, de miedo, de celos, de vergüenza excesiva, y que despierta y fustiga la compulsión por beber y que a tono personal fue una de las causas principales por las que más bebí.
La baja autoestima aunada con otras manifestaciones mentales descritas por el Dr. Abraham J. Twerski en su libro “El Pensamiento Adictivo” hacen a nosotros los alcohólicos candidatos para ser calificados como enfermos mentales. En su libro, el Dr. Twerski describe a los alcohólicos como seres que sufrimos de pensamientos distorsionados y anormales que complican nuestra capacidad de adaptación a la sociedad y habilidad para disfrutar de la vida plenamente. En este mismo libro el describe a la baja autoestima como una de las características más negativas que poseemos los alcohólicos. Él explica:
Casi sin excepción los alcohólicos sufrimos de baja autoestima. Pensamos en secreto que somos menos que los demás y morbosamente nos comparamos con los demás siempre sintiéndonos en desventaja con otros. Muchos de nosotros tomamos para sentirnos normales entre la gente y no sentirnos menos que los demás. La baja autoestima nos causó muchos problemas especialmente en nuestra habilidad para relacionarnos con otros.
Por esto y por otras razones es necesario confrontar la baja autoestima aplicando nuestro programa espiritual de recuperación. De no hacer nada, nos condenamos al sufrimiento personal y de los demas. El Dr. Twerski escribe lo siguiente sobre el peligro de no practicar los 12 Pasos:
[Las] características mentales han estado presentes en [los alcohólicos] antes de consumir, durante su adicción activa, y después de parar de consumir. Y si no aplican el tratamiento espiritual de los 12 Pasos a esta enfermedad, es muy probable que aunque NO consuman continúen experimentando el comportamiento característico anormal de los adictos activos, experimentando lo que conocemos como la “borrachera seca.”
Los Pasos nos ayudan a adaptarnos más plenamente a la raza humana (dejamos de pelearnos con todos y contra todo) y consecuentemente derivamos más tranquilidad en nuestras vidas y en la de los que nos rodean. Todos los 12 Pasos ayudan a mejorar la autoestima y a disfrutar de una mejor salud mental, pero a tono personal, el Paso que más ha contribuido a mi paz mental es el Onceavo claro después de mi 4to y 5to Paso. Sobre la oración y meditación escribiré más en mi siguiente artículo.
No obstante, si después de practicar nuestro programa continúan las dolencias emocionales y mentales, es sugerible recurrir al tratamiento profesional. Yo lo hice y puedo atestiguar que con los Doce Pasos y la ayuda profesional que recibí, ahora me siento más apto para vivir y ser feliz.
Por ultimo quisiera compartir un enlace de una evaluación de la autoestima creado por la Doctora en Psicología Marilyn J. Sorensen que publico en su libro “Romper las Cadenas de la Baja Autoestima” para ayudar a otros a entender sus niveles de autoestima <Evaluacion De La Autoestima Sorensen.>
A manera de recordatorio he aquí algunos de los síntomas de la baja autoestima:
- Culpa mucho a los demás de los fracasos o problemas: esto es lo que frecuentemente llamamos quejarnos demasiado.
- Dificultad para tomar decisiones
- Desprecia sus dones naturales.
- Dificultad para socializar e integrarse a grupos sociales. Mucho aislamiento.
- Se siente impotente.
- Sienten vergüenza de sí mismos.
- No tienen metas.
- Viven aburridos.
- No aceptan cumplidos o halagos.
- Presentan mucha ansiedad y preocupación.
- No aceptan su realidad.
- Se frustra fácilmente.
- Actúa a la defensiva. Les cuesta aceptar la crítica y pocas veces aceptan que se equivocan.
- Son pesimistas.
- Falta de ambición o no creemos que merecemos ciertos logros.
- Descuido de la apariencia física.
- Conducta autodestructiva.
- Timidez y miedo excesivos; miedo al futuro, al fracaso, etc.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Compararse con otros y casi siempre sentirnos en desventajas.
- Dependencia emocional en otras personas.
- Perfeccionismo.
- No poder expresar los sentimientos.
- Depender de los demás para aceptarse.
Cabe mencionar y enfatizar que AA NO es profesional y que no endorsa mi artículo. Yo lo escribe a título personal y de compartimiento.